Tradicionalmente, el romero se utiliza desde la antigüedad como infusión para mejorar la memoria y la concentración. Ayuda a hacer la digestión, contra las flatulencias y la anorexia.
En la antigua Grecia, el romero se dedicaba a la diosa Venus o Afrodita, ya que la envolvía cuando salía del mar. En la Grecia antigua y moderna se quemaba como incienso con fines ceremoniales en los templos de los dioses y en las iglesias. Hipócrates decía que si se quemaba al aire libre purificaba el aire. Los antiguos griegos también creían que estimulaba la mente y ayudaba a la memoria, por lo que los estudiantes solían llevarlo colgado del cuello y entretejido en el pelo.
Cocinar
El romero es uno de los ingredientes básicos de la cocina griega y mediterránea. Se puede utilizar en una gran variedad de platos ya que podemos condimentar con él asados como pescado, cordero, aves, conejos, cerdo, ternera y patatas. El romero, debido a sus hojas en forma de aguja, debe picarse finamente o partirse con un mortero para que no nos moleste al comerlo. El romero debe utilizarse desde el principio de la cocción, sobre todo en los asados, para que tenga tiempo suficiente de desprender su aroma.
Propiedades tradicionales
Tradicionalmente el romero se utiliza desde la antigüedad como infusión para mejorar nuestra memoria y concentración. Ayuda en la digestión, contra las flatulencias y la anorexia. Al ser un estimulante del sistema circulatorio, se utiliza contra la lasitud y el agotamiento. Por último, debido a sus cualidades antibacterianas, ayuda contra el resfriado común, la tos y la bronquitis.
No debe utilizarse durante el embarazo porque podría provocar un aborto espontáneo. En el campo se utilizaba como abortivo.