Tradicionalmente, el tomillo se utiliza en infusión para aliviar la tos, los resfriados y los problemas intestinales. Tiene propiedades antisépticas, antifúngicas y anticoagulantes, por lo que puede emplearse para hacer gárgaras contra la amigdalitis, la laringitis y otros problemas de garganta.
El tomillo era conocido y utilizado desde la antigüedad por griegos, romanos y egipcios, con referencias a sus cualidades en Plinio y Dioscoredes. En la antigua Grecia se utilizaba por motivos culinarios, medicinales y religiosos, ya que solían quemarlo como incienso en sus templos y santuarios debido a su naturaleza fragante. Los egipcios lo utilizaban para embalsamar a sus muertos y los soldados romanos se bañaban en él para mejorar su valor.
Cocinar
El tomillo tiene un intenso sabor ligeramente picante por lo que debemos ser cuidadosos en su uso. Puede acompañar carnes, aves, pescados, salsas, legumbres y quesos. Es una hierba que debemos utilizar desde el principio de la cocción, para que tenga tiempo de desprender su aroma, y también es muy adecuada para marinar. Se puede combinar, sobre todo en carnes al horno y a la plancha, con salvia y romero.
Tradicional Propiedades
Tradicionalmente el tomillo se utiliza en infusión para aliviar la tos, los mocos y los problemas intestinales. Tiene propiedades antisépticas, antifúngicas y anticonvulsivas, por lo que puede utilizarse como gargarismo contra la amigdalitis, la laringitis y otros problemas de la garganta. También se cree que fortalece y estimula la mente.