Tradicionalmente, el té elaborado con hojas de laurel se utiliza para estimular y aliviar los dolores de estómago y facilitar la digestión. Se considera que ayuda con los dolores reumáticos, la artritis gotosa y la fiebre.
Tradicionalmente, el tomillo se utiliza en infusión para aliviar la tos, los resfriados y los problemas intestinales. Tiene propiedades antisépticas, antifúngicas y anticoagulantes, por lo que puede emplearse para hacer gárgaras contra la amigdalitis, la laringitis y otros problemas de garganta.
Tradicionalmente, la manzanilla se utiliza como bebida contra la ansiedad, el insomnio, las infecciones gastrointestinales, las flatulencias, las inflamaciones y la diarrea. Ayuda en casos de problemas ginecológicos, dolores de cabeza, resfriados y refuerza el sistema inmunitario.
Tradicionalmente se bebe té griego sobre todo durante los meses de invierno para combatir el resfriado común, los trastornos gastrointestinales y las inflamaciones de las vías respiratorias altas. Tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y relajantes.
La rosa se ha utilizado por sus propiedades medicinales para diversas dolencias desde la antigüedad. Su aroma y su infusión nos aportan una sensación de bienestar y calma, al tiempo que es diurética y un excelente tónico de la mente.
Tradicionalmente, la ajedrea se utiliza en infusión contra los problemas digestivos, la diarrea, los dolores cólicos, las flatulencias, los calambres intestinales y la anorexia. También actúa como diafragmático, contra los mareos, puede mejorar el sistema respiratorio y suavizar la tos ayudando así con la bronquitis.